12.4.13

Encarcelada en mí.

Anclé la soledad en aquella esquina del último bar, 
donde la penúltima copa de ron me impedía pensar con claridad, 
donde los recuerdos dejaban de hacer presencia para borrarse lentamente, 
donde me importaba más la cantidad de mi bebida que la calidad de mi belleza. 
El daño que me causó no pensar para actuar.
Donde mi vista se nublaba al compás de sus caderas viéndolas marchar. 
Aquí me encuentro sola, con la última copa, el último adiós, pero sólo hasta la próxima botella.