Para qué vivir de tu recuerdo si la memoria se me hizo imborrable.
Para qué vivir de aquel entonces si sólo eran versos escondidos tras el miedo.
Para qué soñar con un presente si el pasado estaba escrito.
Para qué fingir una sonrisa si la oscuridad me invadía por dentro.
Para qué intentar ser felíz si tu no estás aquí.