Decir el tiempo todo lo dirá no es una muy acertada conclusión. El tiempo puede hacer perder lo que más quieres. Puede cambiarlo todo. Tal vez todo cambie en un instante. Una palabra, un simple gesto trastorne irremediablemente el curso de las cosas. Nunca hay proposición acertada, ni seguramente sea precisa. Quizás, estamos hablando de un posible, no sepamos encontrarla y tampoco hacemos el esfuerzo por aprender. Nos gusta ser así, con el “qué pasaría si…” por delante. No nos arriesgamos a perder o a ganar. No nos arriesgamos ni a un simple quizás. Vamos a lo certero, a lo que no nos hace sufrir. Tal vez el motivo sea cual razón más sincera, nos da miedo sentir. Sentimientos tan bellos como el amor o desafortunados llantos ocasionados por el miedo nos impiden hacer lo que realmente deseamos. Deseas a una persona más que a nada en este mundo cruel y criticador que mide cada paso que das con lupa. No te atreves a dar el paso por el “qué dirán” pero a estas alturas, amiga mía, eso es precisamente lo que menos te debería importar. Está en juego tu felicidad y tú más que nadie te implantas obstáculos para no obtenerla nunca. Si de verdad te quieres, mírate al espejo, sonríe y afirma con claridad
- Quiero ser feliz -